This article has been translated by Ana María González, retired professor of Spanish and French at Texas Lutheran University. Read the story in English here.
Texas se enfrenta a una crisis de capacidad de albergue temporal para menores, aseguran los expertos, y perdió cientos de camas para este propósito el año pasado. La situación solo empeoró después del cierre del refugio principal de emergencia de San Antonio en abril.
Los defensores de los niños esperan que los legisladores estatales utilicen la sesión especial, que comienza el 8 de julio, para asignar más fondos al sistema actualmente sobrecargado, que ha estado bajo la supervisión de un tribunal federal desde 2015, pero el gobernador Greg Abbott aún no ha anunciado cuáles son las prioridades que los legisladores abordarán.
Otros cuestionan si los Servicios de Protección Infantil están recogiendo a demasiados niños por problemas relacionados con la negligencia que podrían resolverse ofreciendo a las familias un apoyo más directo.
Mientras tanto, hasta la semana pasada, 147 niños con necesidad de un hogar de crianza temporal en Texas, 43 de los cuales son del condado de Bexar, están en el limbo. Al no poder encontrar ubicaciones adecuadas, muchos duermen en las oficinas de CPS. Según datos estatales, 282 niños en todo el estado pasaron dos o más noches en las oficinas de CPS en abril debido a la falta de albergue, aseguró Jesse Booher, vicepresidente senior y director de operaciones de DePelchin Children’s Center, una agencia acreditada de crianza temporal y adopción con cuatro ubicaciones en Texas, incluida una en San Antonio.
En contraste, en abril de 2020 el número de niños obligados a pasar dos o más noches en el piso de una oficina estatal era de 47.
El Departamento de Servicios de Protección Familiar (DFPS) del estado se ha hecho cargo de la ubicación de los niños de crianza temporal del condado de Bexar, un proceso que comenzó en abril.
Los funcionarios estatales han asumido la responsabilidad de colocación después de que Family Tapestry, una división del Refugio para Niños que tenía un contrato con el estado para colocar a los niños del condado de Bexar, se vio en dificultades para encontrar lugares apropiados para ellos. Un monitor designado por el tribunal también informó sobre las condiciones inseguras, el personal inadecuado y el abuso por parte de los niños mayores hacia los más pequeños.
La falta de capacidad “es la razón por la que los niños duermen en las oficinas”, informó John Wilhelm, director del programa de 1Hope for Kids, una agencia de adopción y crianza temporal en Bexar, Comal y los condados circundantes. “Family Tapestry… no tenía ningún lugar donde ponerlos. Personalmente creo que Family Tapestry tenía buenas intenciones, pero me parece que subestimaron el desafío”.
Una crisis más allá de las camas
La capacidad insuficiente no es el único problema que ejerce presión sobre el sistema del estado, recalcó Jenni Lord, directora ejecutiva de Chosen Care, una organización sin fines de lucro con sede en New Braunfels que apoya a las familias y organizaciones locales adoptivas y de crianza temporal al brindar tutoría, educación para padres y orientación.
“El estado no paga adecuadamente todos los servicios que se necesitan para estos niños”, agregó Lord. “Los salarios no son lo suficientemente altos para apoyar al personal de estas agencias de colocación de niños”.
En un comunicado que la directora ejecutiva de Children’s Shelter, Annette Rodríguez, emitió a los medios poco después del cierre del refugio de emergencia, conocido como “The Cottage”, argumentó que los problemas de la organización se debían a los límites de capacidad en todo el estado y a la falta de fondos.
“Nuestras instalaciones, personal y modelo de atención basada en el trauma se diseñaron originalmente para atender a niños pequeños y grupos de hermanos”, aclaró Rodríguez. “Debido a la crisis de capacidad que enfrentamos en todo el estado, el Refugio de Emergencia ha tratado de brindar atención y alojamiento para jóvenes mucho mayores, lo cual es difícil de hacer en Cottage”.
Al ilustrar la escala de la crisis de capacidad, Rodríguez explicó: “Texas ha perdido más de 1,000 camas en centros de tratamiento residencial… en los últimos 12 meses”.

En una carta al DFPS que incluía el plan de acción de recuperación del Refugio para Niños, Rodríguez comentó que la pandemia de coronavirus empeoró las cosas. Aseguró que el año pasado fue uno de “circunstancias extraordinarias” que “ni el DFPS ni [el refugio para niños] habrían previsto razonablemente”.
Los contratistas estatales, como Family Tapestry en el Refugio para Niños, no pueden rechazar a los niños que necesitan colocación en hogares de crianza temporal, independientemente de que tengan la capacidad adecuada o no.
Cuando no hay suficiente espacio o camas para separar correctamente a los niños mayores de los más pequeños, como fue el caso en el Refugio para Niños, el abuso de niños más pequeños por parte de los mayores es más difícil de prevenir, aclaró Wilhelm. Muchos niños mayores necesitan atención personalizada especial, recalcó, los recursos que las agencias no pueden proporcionar sin un mejor financiamiento y más ayuda del estado.
El senador de Texas José Menéndez (D-San Antonio) estuvo de acuerdo en que se necesitan más fondos, pero indicó que más dinero por sí solo no puede resolver los problemas.
“¿Necesitamos pagar mejores salarios a los trabajadores? Sí”, dijo. “¿Necesitamos atraer más empleados debido al mayor monitoreo y COVID-19? Sí. ¿Necesitamos personas mejor calificadas porque hay escasez de proveedores de atención de salud mental y escasez de proveedores en términos generales? ¿Ayudaría más dinero? Creo que podría, pero debe usarse con prudencia”.
¿Más recursos, menos niños removidos?
Otra forma de abordar la crisis de capacidad sería reducir la cantidad de niños que son removidos de sus hogares en primer lugar, explicó Angie White, presidente y directora ejecutiva de Child Advocates San Antonio, o CASA, que representa a los niños en hogares de crianza temporal en los procedimientos judiciales.
“¿Estamos siempre removiendo a los niños correctamente?” se cuestionó White. “¿Necesitamos poner al niño en un sistema cuando no hay ningún lugar a dónde ir?”
Los niños pueden ser retirados del hogar de los padres por negligencia, lo que a menudo significa una falta de recursos para cuidar adecuadamente al niño, explicó White. Si los Servicios de Protección Infantil pudieran comprar una cama, pagar una factura de servicios públicos o ayudar a una familia a obtener asistencia nutricional, agregó White, el estado no tendría que remover a esos niños en primer lugar.
Después de haber trabajado con niños en crianza temporal durante los últimos 17 años, la directora ejecutiva y fundadora de TruLight127 Ministries, Sondra Ajasin, dijo que solo ha visto empeorar la tensión en el sistema. TruLight127 comenzó a colocar niños en 2016. En 2019, abrió TruLight Youth Village, un refugio de emergencia en Seguin que trabaja para ayudar a mantener unidos a los grupos de hermanos que ingresan en hogares de albergue, aseguró Ajasin.
“Esto es probablemente lo que algunas personas llamarían ‘la tormenta perfecta’ que está ocurriendo aquí en Texas”, añadió Ajasin. “Con el mayor monitoreo que está tomando lugar por orden del juez federal, con el cierre de lugares, con el aumento en el número de casos de niños a quienes hay que ayudar debido a COVID, y con el aumento en la violencia doméstica y el uso de drogas, se está formando ‘la tormenta perfecta’.”
El sistema de crianza temporal de Texas ha sido supervisado por un monitor designado por la corte desde 2015, como resultado de una denuncia de 2011 en la que los defensores de los niños demandaron a Texas en un tribunal federal por el trato que da a los niños bajo cuidado estatal. El caso judicial reveló que varios niños murieron mientras estaban bajo el cuidado del estado, mientras que muchos otros sufrieron casos de abuso o negligencia en el sistema.
En 2015, la jueza de distrito de los Estados Unidos, Janis Jack, dictaminó que Texas estaba violando los derechos constitucionales de los niños de crianza temporal a librarse de un riesgo irrazonable de daño y ordenó reformas al sistema de cuidados de crianza temporal de Texas. El año pasado, los funcionarios estatales corrieron el riesgo de ser retenidos por desacato al tribunal por no haber implementado reformas.
Entre las reformas obligatorias que se han adoptado se encuentra que dos supervisores le presenten al tribunal informes periódicos sobre la marcha de los trabajos.
Jack criticó a Family Tapestry en mayo después de que el informe más reciente de los monitores mencionara una serie de problemas, incluida la atención médica insuficiente, la supervisión inadecuada y las denuncias de violencia y agresión sexual. El informe también descubrió que el Refugio para Niños había estado operando ilegalmente uno de sus lugares de refugio, el Centro Whataburger para Niños y Jóvenes, durante varios meses. Al juez no le conmovió la petición de Rodríguez sobre la obtención de más recursos.
Las personas interesadas en ayudar pueden donar a los albergues y agencias de colocación, ofrecerse como voluntarios en una agencia local o “abrir sus corazones y hogares” a los niños con necesidad de hogar, afirmó Ajasin.
“Realmente resulta repulsivo ver que estos niños sufren constantemente debido a las decisiones que toman los adultos”, agregó. “Necesitamos más familias dispuestas a ayudar y necesitamos una mayor capacidad”.