Desde que el Presidente Barack Obama anunció la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos el 17 de diciembre del 2014, los estadounidenses han estado ansiosos ??en visitar Cuba antes de que cambie. El espectro de estos cambios motivó a Tania Bruguera, una artista cubana a convertirse en directora de un instituto de arte activista en la Habana financiado por Kickstarter. La primera campaña de crowdfunding organizada en Cuba se lanzó el 3 de marzo del 2016.
Según el sitio del Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR), el instituto quiere que los cubanos tengan una voz en lo que está por venir.
Actualmente, Burguera es una residente extranjera en los EE.UU. y ha estado viviendo entre La Habana y Nueva York, donde ha ejercido como maestra y ha creado arte desde 1998. Bruguera se define como artivista, ya que ella examina como el arte, el activismo y el cambio social se entrelazan para mostrar como el poder político y económico impacta a los marginados.
En julio del 2015 Bruguera se convirtió en la primera artista en residencia para la Oficina de Asuntos Migratorios del Alcalde de Nueva York. Bruguera casi siempre realiza sus interpretaciones sola, pero a menudo organiza eventos participativos que ayudan a los espectadores a observar interpretaciones de represión y control. Su concepto de arte útil se basa en la creación de arte dentro de un contexto de activismo social.
El Museum of Modern Art (MoMA) adquirió de Bruguera su instalación artística, Sin título (La Habana, 2000), una instalación con vídeo que se estrenó en la Bienal de La Habana en el 2000 dentro de la Fortaleza de La Cabaña, un fuerte militar que fue utilizado como prisión militar para prisioneros políticos durante la revolución cubana. Esta instalación a gran escala lleva a los visitantes a través de un pasillo largo y oscuro lleno de caña de azúcar desechada. Al final del pasillo, los visitantes se encuentran con un video que muestra una compilación de escenas del ex-presidente Fidel Castro en un televisor.
El optimismo genera presión para el cambio dentro de Cuba
La normalización de las relaciones con los EE.UU. ha generado optimismo entre los cubanos – incluyendo Bruguera. Este optimismo también ha aumentado la presión dentro de Cuba para tener más libertad de expresión dentro de las fronteras de Cuba. Bruguera ha sido el objeto de críticas por parte del gobierno cubano a causa de su arte útil.
Tan sólo tres días después del discurso de presidente Obama el 30 de diciembre del 2014, Bruguera trató de recrear su interpretación Susurro de Tatlin # 6 (La Version Habana) en un espacio público en la Plaza de la Revolución. El Susurro de Tatlin se llevó acabo en un simple escenario con un sistema de megafonía publico, configurado para que cualquier persona pudiera hablar libremente por un minuto.
Antes de salir de su casa para ir a la Plaza de la Revolución, fue detenida por agentes de la Seguridad del Estado y su pasaporte fue confiscado. Ella fue acusada de resistir a la autoridad, de incitar mala conducta pública y delincuencia. El gobierno bloqueó su teléfono y hackeó su base de datos.
Bruguera permaneció en Cuba bajo arresto domiciliario durante ocho meses mientras esperaba el regreso de su pasaporte. Durante este tiempo fue detenida en mayo del 2015 por realizar una lectura pública de 100 horas en la Bienal de La Habana del libro Los Orígenes del Totalitarismo escrito por Hannah Arendt. En junio del 2015, fue detenida de nuevo durante una protesta de las Damas de Blanco, un grupo disidente compuesto por esposas de presos políticos cubanos.

Las recompensas de Kickstarter para quienes deciden donar al Instituto, reflejan las experiencias de Bruguera como una artista en Cuba. Por $250 dólares, usted puede pedir que Bruguera transmita un mensaje a los interrogadores la próxima vez que la detengan. Por $1,000 dólares, Bruguera te confesará uno de sus secretos más profundos.
Yo entrevisté a la artista a través de Skype mientras ella se encontraba en un ruidoso internet-café en La Habana.
Rivard Report: Utilizaste Kickstarter exitosamente para fundar el Instituto de Artivismo Hannah Arendt en Cuba. Como ayudó Kickstarter a crear INSTAR?
Tania Bruguera: Gracias a la campaña de Kickstarter, ahora tenemos más de 900 fundadores. Nos han brindado una forma de crear relaciones con personas alrededor del mundo que son nuevos al activismo en Cuba. Gracias al internet podemos empezar un diálogo.
Recibir donativos por el internet fue una forma nueva de hacer cosas en Cuba – una forma transparente. Esto fue significativo para un proyecto que posee preguntas incómodas hacia aquellos en poder. El gobierno típicamente sugiere que donativos para este tipo de proyectos deben de venir de fuentes sospechosas políticas como por ejemplo, la CIA.
La creación de los premios fue agradable para mí. No era mi intención original crear arte usando Kickstarter pero resultó así. Muchas de las recompensas ayudan a las personas a que sientan lo que yo sentí como artista suprimida en Cuba.
El primer reto para el instituto fue visualizarlo como algo colectivo, para que pudiera existir como una manifestación de lo que la gente quería. De esta manera, por medio del activismo, la idea tomaría vida solo si la gente se involucraba y el espíritu fundamental del instituto motivaría a la gente a perseguir el artivismo.
RR: Que te motivó a crear el instituto?
TB: Después que fui detenida en Cuba el año pasado poor leer el libro de Hannah Arendt en público, me di cuenta de que la experiencia fue un momento crucial. Mis amistades me advirtieron que este acto era subversivo y que me podía meter en problemas. Entonces me di cuenta de que esto es lo que tenía que hacer para sistematizar la educación cívica sobre los derechos de las personas y ayudar a promover la alfabetización cívica en Cuba. Esto no debería ser un momento aislado, sino un compromiso sistemático.
Estoy nerviosa por todos los cambios en Cuba, y no soy la única. Necesitamos entender lo que se involucra para lograr una transformación pacífica en Cuba en vez de ver a Cuba disolverse entre luchas de poder. Hay demasiadas personas que se concentran en la creación de empresas y en enriquecerse de Cuba- y esto incluye a los cubanos dentro y fuera de Cuba. No hay mucha gente pensando en proyectos que beneficien directamente a la gente cubana directamente.
Creo que necesitamos el artivismo en Cuba en este momento.
Nosotros propusimos la creación del instituto como un lugar en donde las ideas de la gente pueden convertirse en acciones cívicas. Por el momento, el espíritu del capitalismo es muy feroz y parece ser la propuesta central para solucionar todo. Yo creo que se necesita otra alternativa, y esa alternativa es la educación. La policía está recurriendo a la violencia y muchas personas están planeando en hacer dinero. En lugar de esto, el instituto propone pensar en la educación cívica como un derecho que toda persona debe tener.
RR: ¿Cuál es tu visión para el futuro del instituto y cómo puede el Instituto sostener sus operaciones?
TB: No queremos criticar al gobierno. Lo que vamos a hacer con el instituto es mostrar lo que el gobierno no está haciendo. Queremos señalar a través del arte socialmente consciente que el gobierno debe aumentar la transparencia, asumir la responsabilidad de sus deberes cívicos hacia sus ciudadanos y rendir cuentas. Por ejemplo, el gobierno podría empezar por revelar detalles acerca de la finanzas nacionales. También podría adoptar procesos civiles más transparentes y encaminar a los ciudadanos el ello, en vez de dar ordenes.
Los fondos de Kickstarter no serán suficientes para que las operaciones continúen a largo plazo. No sólo es difícil obtener fondos aquí, no queremos estar en deuda con nadie debido a las grandes donaciones. Queremos libertad total para hacer lo que sea necesario y actuar sobre las ideas que vienen de la gente y que son elegidas por consenso.
Sabemos que tendremos que solicitar subvenciones para sostener operaciones y esperamos que las personas que estén de acuerdo con nuestros objetivos se unan a INSTAR, porque el proyecto necesitará algo más que dinero. Va a necesitar personas con las que se pueda llevar a cabo intercambios de inspiración.
En cuanto a nuestros eventos artísticos, todavía estamos desarrollado el primer calendario anual. Ya que usamos un proceso colaborativo, quizás tarde en poco en arrancar, pero queremos que la gente se involucre en el artivismo desde el comienzo del instituto.
RR: Desde hace más de 50 años, los cubanos se han definido a sí mismos por su relación con los estadounidenses. ¿Qué tipo de posibilidades ves para que los cubanos se definan ahora? ¿Cómo puede el Instituto de Artivismo ayudar a los cubanos en esa renovada búsqueda de identidad?
TB: Estamos viviendo una época de crisis de identidad a nivel nacional, que a su vez, crea fricción, confusión y violencia. La ideología socialista ya no define la identidad cubana. Algunas personas están esperando un retorno a la época antes de 1959, mientras que otros están pidiendo reformas para la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero). Muchos añoran lo que estamos perdiendo éticamente en este proceso, mientras que otros están esperando en salir del país cuando tengan oportunidad.
El Instituto debería de ser un lugar en donde podamos hablar de ideas sobre la identidad nacional sin temor, con el fin de contribuir a las aspiraciones sociales de lo que Cuba puede y debe ser. El arte es un medio excelente para estas conversaciones difíciles debido a que constituye un paisaje de tolerancia, no uno donde se maneja el poder.
Nosotros creemos que el artivismo se puede utilizar como una base común para que los cubanos se involucren en ese proceso de redefinición y de búsqueda personal. El arte nos ayuda a hablar de temas difíciles y toca el alma de las personas. Esperamos aprovechar que en el camino a seguir, Nuestro lema es: “Donde tus ideas se conviertan en acciones cívicas.”
RR: Mientras los turistas de otros países pueden visitar Cuba con facilidad, las restricciones de los Estados Unidos limitan a los ciudadanos estadounidenses a viajar a Cuba. Muchos tienen curiosidad sobre Cuba. ¿Qué quieres que los estadounidenses entiendan sobre la vida en Cuba hoy?
TB: El mensaje que yo le daría a los visitantes estadounidenses es el siguiente: No vengan como turistas con una noción cliché o preconcevida de lo que Cuba es. Vengan como ciudadanos del mundo a aprender cómo es la vida en Cuba ahora. Creo que los estadounidenses a veces vienen aquí esperando algún tipo de entretenimiento, imaginándose la Cuba de antes.
El cubano común no puede viajar libremente, no puede salir del país y no suele tener dinero para viajar aunque tenga permiso. Para muchos cubanos, los extranjeros que llegan aquí ofrecen la forma más directa para que ellos vean al resto del mundo. Yo le pediría a los estadounidenses que no vengan a llevarse cosas de Cuba sino que vengan a compartir cosas con los cubanos. Los beneficios de un intercambio mutuo puede ser transformador para todos.
Nuestra asistente editorial Rocío Guenther contribuyó a la traducción de este artículo.
Imagen superior: Tania Bruguera lee públicamente durante la Bienal de La Habana. Foto cortesía de Tania Bruguera.
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