This article has been translated by Ana María González, retired professor of Spanish and French at Texas Lutheran University. Read the story in English here.

La artista Frida Kahlo sufrió polio y una lesión casi mortal seguida de una larga rehabilitación, dejando su huella en autorretratos floridos que han inspirado a millones de personas en todo el mundo.

Después de una pandemia mundial y una helada mortal, el Jardín Botánico de San Antonio ha tomado la recuperación de Kahlo como ejemplo para convertirse en un oasis para los habitantes de San Antonio que anhelan estar en público de manera segura en medio de un entorno exuberante.

La casualidad de estas circunstancias se destaca en la nueva exposición del jardín titulada El Oasis de Frida Kahlo, inaugurada el sábado 8 de mayo, para resaltar la estrecha relación de la famosa artista con la jardinería, quizás menos conocida que sus famosas pinturas.

“Su terapia era su arte, pero también estaba en su jardín, encontrando consuelo en la naturaleza”, dijo la directora ejecutiva del jardín botánico, Sabina Carr, quien originó la exposición con la ayuda del Fideicomiso de Kahlo y el Museo Frida Kahlo. El museo ahora ocupa y conserva la Casa Azul donde vivió Kahlo en el área de Coyoacán de la Ciudad de México con su igualmente renombrado esposo, el artista Diego Rivera.

“Todos sabemos que “’la receta de la naturaleza’ realmente ayuda”, dijo Carr, tanto en las circunstancias de Kahlo como en la recuperación de la ciudad del aislamiento y la pérdida pandémica.

Las bugambilias también se encuentran en el jardín de Frida Kahlo en la Casa Azul en la Ciudad de México. Los jardines botánicos de San Antonio cuentan con algunas de sus flores favoritas en esta nueva exposición que destaca la pasión de la pintora por el mundo natural. Credit: Bria Woods / San Antonio Report

La fecha de apertura del Oasis de Frida Kahlo es casi en el primer aniversario de la reapertura inicial del jardín el 3 de mayo de 2020, lo que la convirtió en la primera institución cultural en los EE. UU. en reabrir después del cierre pandémico. Carr dijo que se enteró de ese hecho por una firma de mercadotecnia de Los Ángeles que había estado rastreando reaperturas en todo el país.

“Tomamos todas las precauciones y queríamos traer a la gente de regreso. Necesitaban la naturaleza”, dijo Carr, señalando además que las visitas al jardín aumentaron un 20% desde 2019 y que la membresía se ha duplicado desde 2020.

Sin embargo, era necesario cuidar esta naturaleza después de la gran helada de febrero que acabó con mucha vegetación en toda la ciudad. Aunque se salvaron algunas plantas, la helada destruyó gran parte del jardín botánico según Andrew Labay, director de horticultura. Algunas plantas resistentes como las orejas de elefante sobrevivieron, proporcionando un punto de partida ideal para colocar el escenario Casa Azul de 2,100 pies cuadrados que forma la pieza central de la exposición Oasis.

Una réplica del diario que Frida Kahlo tenía en su escritorio es parte de la exposición al aire libre. Credit: Bria Woods / San Antonio Report

Kahlo cuidaba de plantas como las llamadas orejas de elefante junto con variedades de suculentas, las flores de bugambilias que solía hacer para sus famosos tocados, verduras como maíz, pimientos y calabazas, y una excéntrica variedad de animales, muchos de los cuales aparecen en sus pinturas.

Labay usó imágenes de archivo de los jardines de Kahlo para instalar nuevas áreas en el jardín botánico, y agregó sus propios toques divertidos, como una planta de cobertura del suelo conocida como fruta de rana de Texas en un entorno para la recreación de la “fuente de la rana” en la Casa Azul, ubicado justo debajo del estudio de Kahlo.

Las paredes pintadas de un brillante color azul cobalto hacen eco de la coloración excéntrica de la casa y enmarcan terrazas del jardín, con réplicas del caballete y el escritorio de Kahlo situados entre las plantas. Sobre el escritorio hay una réplica de su diario, abierto con las páginas de las acuarelas que hizo cuando estaba consciente de que su muerte se acercaba.

Las últimas palabras de Kahlo son: “Espero alegre la salida – y espero no volver jamás”

Aunque Kahlo, quien murió a los 47 años, supuestamente sufría de depresión, el texto de la pared de la exposición atestigua su determinación de crear su propia felicidad:

Ser feliz es una decisión que se toma todos los días, que no depende de las condiciones de vida que se tengan, sino de la actitud con la que se enfrenten los problemas.

Un conjunto de caracoles necesarios para reflejar los que se encuentran en la fuente original casi retrasó toda la exposición, dijo Carr, y explicó que la aduana retuvo todo el envío de obras de arte porque los caracoles no pueden cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Una vez que el camión finalmente llegó con 11 días de retraso, los trabajadores del jardín acumularon horas extra para desempacar y ubicar las obras de arte por todo el terreno.

Las Fridas son esculturas realizadas por Paul Zarkin, escultor radicado en la Ciudad de México. Zarkin explicó que las hizo con fibra de vidrio y encargó a varios pintores latinoamericanos que pintaran cada figura. Algunas de estas esculturas se exhibirán en diversas partes de la ciudad como el Jardín Botánico, la Perla y el centro comercial La Cantera. Credit: Bria Woods / San Antonio Report

Si bien la Casa es la pieza central del Oasis de Frida Kahlo, la exposición completa lleva a los visitantes a un recorrido por los 38 acres del jardín para ver un conjunto de esculturas de animales decoradas por los artesanos del Phantasus Taller Ensamble, que recuerdan a las criaturas que Kahlo tenía en la casa. Un gran perro xoloitzcuintle recibe a los visitantes en la entrada del jardín, y en otros lugares hay una mariposa, un ciervo, un mono, un colibrí y un loro que recuerda a la mascota de Kahlo que se llamaba “Bonito”.

“Todos estos son animales con los que interactuó, que vivían en su casa y que inspiraron su arte”, señaló Carr.

La exposición también presenta estatuas modernistas de 8 pies de altura de la forma icónica de Kahlo, realizadas por el escultor Paul Zarkin, y jardineras en los terrenos de 38 acres que recolectan una variedad de plantas tropicales localizadas comúnmente en México.

Los eventos a lo largo de la exposición, que se extenderá hasta el 2 de noviembre, rendirán homenaje a la cocina y la herencia mexicana de Kahlo. En noches selectas de los jueves, la serie Summer Nights del jardín botánico se convertirá en Noches de Frida, con una barra abierta al público y canastas de picnic portátiles a la venta preparadas por el chef Jason Dady del restaurante “Jardín”.

La exposición del Oasis de Frida Kahlo está incluida con la entrada regular al jardín.

Senior Reporter Nicholas Frank moved from Milwaukee to San Antonio following a 2017 Artpace residency. Prior to that he taught college fine arts, curated a university contemporary art program, toured with...