This article has been translated by Ana María González, retired professor of Spanish and French at Texas Lutheran University. Read the story in English here.
Mientras que el abogado sindical reconocido a nivel nacional Ron DeLord asume el papel principal en representación del sindicato de la policía local durante las negociaciones contractuales de alto riesgo con la municipalidad de San Antonio, al otro lado de la mesa se encuentra la subdirectora administrativa municipal María Villagómez, la latina de más alto rango en la oficina administrativa del municipio y la primera mujer en dirigir tales negociaciones con un sindicato de seguridad pública.
Villagómez, que se describe a sí misma como introvertida, es de complexión pequeña y de actitud tranquila lo que puede llevar a algunas personas a subestimarla. Si eso sucede, dijo el director administrativo municipal, Erik Walsh, “rápidamente se dan cuenta de su error.”
Cuando un representante sindical calificó la oposición municipal a los términos sobre los procesos disciplinarios y de apelación para los oficiales -en medio de solicitudes de reformas policiales en ciudades de todo el país- meramente de “política” durante una sesión de negociación de contratos este mes, Villagómez respondió sin rodeos.
“No soy un político. Nadie [en] esta mesa es un político”, les dijo Villagómez a los representantes de la Asociación de Oficiales de Policía de San Antonio.
“Estamos tratando de hacer lo mejor para nuestra comunidad. Al igual que el juramento que ustedes hicieron para servir a esta comunidad, yo también tengo la misma responsabilidad en el trabajo que hago para la municipalidad.”
El comentario de Villagómez llamó la atención de Walsh.
“Ella no necesitaba de un micrófono”, comentó Walsh. “Esta es la esencia de María. Esa no fue solo una declaración para las cámaras o los medios de comunicación, o realmente no solo para los oficiales de policía. Eso es lo que ella cree. Con tal seriedad toma su trabajo.”
Si bien puede ser relativamente desconocida para muchos residentes de San Antonio, Villagómez ha trabajado para garantizar que los fondos derivados de los impuestos se aprovechen al máximo y que los Servicios de la Municipalidad se utilicen de manera eficiente, por lo que en sus más de 20 años de trabajo para el ayuntamiento ha demostrado que es su feroz defensora.
Villagómez comenzó a trabajar para la división de desechos sólidos de lo que era entonces el Departamento de Obras Públicas de la ciudad en 1997. Veinticuatro años después, es la subdirectora administrativa del municipio y tiene a su cargo la supervisión de la Jefatura de Policía, el Departamento de Bomberos y la Oficina de Administración y Presupuesto, como parte de una estructura municipal donde se maneja un presupuesto anual de casi $3 mil millones y con más de 12,000 empleados.
Ha desarrollado una reputación por su sólida ética de trabajo y su capacidad para responder preguntas difíciles así como para explicar temas complejos, a los miembros del Concejo Municipal y al público. Si no sabe una respuesta de memoria, es probable que la tenga en algún lugar de la gran carpeta que lleva bajo el brazo.
“Ella ha hecho la tarea por [todos] ellos”, dijo el ex-concejal Reed Williams. “A ella le gusta que la desafíen a encontrar algo que no sepa [todavía], -lo cual es bastante difícil-, pero lo logrará.”
‘Tengo que hacer mi tarea’
Villagómez, de 47 años, nació en San Antonio, hija de inmigrantes de México que se mudaron a los Estados Unidos en busca de un mejor trabajo. Debido a la inquietud por su condición de indocumentados, la familia decidió volver al pequeño pueblo de Empalme Escobedo, en el estado de Guanajuato, en el centro del país, cuando Villagómez tenía un año de edad.
Su difunto padre, Héctor Villagómez, era dueño de un taller de reparación de vehículos y siempre estuvo activo en asuntos cívicos, comentó. El hecho de ayudarle con su contabilidad finalmente la llevó a estudiar esa carrera.
“Recuerdo que decía …‘el gobierno local tiene un gran impacto en la vida de la comunidad’ y constantemente estaba tratando de hacer algo que beneficiara especialmente a las comunidades pobres de mi ciudad, por lo que siempre estuvo muy involucrado”, agregó.
“Al crecer, por alguna razón, siempre quise trabajar en el gobierno”.
Ella ha tenido un profundo sentido de responsabilidad desde que era muy joven.
Recuerda un momento en el primer grado cuando se dio cuenta, después de caminar a casa, que había dejado su tarea en la escuela primaria católica donde asistía. Su madre se ofreció a explicarle a la monja que simplemente había olvidado su tarea, pero Villagómez tenía dificultades en su clase de lectura y no quería quedarse atrás. Así que volvieron a buscar su tarea esa misma noche.
“Es mi responsabilidad. Tengo que hacer mi tarea”, recuerda haber dicho. “Y he sido así toda mi vida.”
Villagómez atribuye su ética laboral a su madre, quien cosía vestidos para fiestas y uniformes escolares. Magdalena Villagómez, ahora de 72 años, también era voluntaria activa en su iglesia.
Regreso a San Antonio
“Financialmente, mi familia estaba en dificultades”, explicó Villagómez. “Por lo que sabía que [la universidad] sería un gran gasto para mis padres.”
Como ciudadana estadounidense, calificó y recibió ayuda financiera y becas para asistir a San Antonio College, por lo que regresó a la ciudad, donde tenía familiares, a la edad de 18 años. Aprendió inglés y comenzó sus estudios para obtener un título de contabilidad antes de transferirse a la Universidad de Texas en San Antonio. Se graduó con una licenciatura en contabilidad en 1996.
Después de trabajar para una pequeña firma contable, consiguió un trabajo en el Departamento de Residuos Sólidos de la Ciudad de San Antonio. Sheryl Sculley, poco después de su nombramiento como director administrativo municipal en 2005, fue testigo directo del trabajo de Villagómez en una reunión presupuestaria con el Departamento de Obras Públicas. “Ella sabía exactamente lo que estaba pasando en el Departamento de Obras Públicas, por lo que la convencimos de que solicitara un puesto de asistente de director de presupuesto”, dijo Sculley, quien dejó su trabajo en 2019. El potencial de Villagómez era obvio, dijo Sculley, pero parecía “enterrada” en lo que entonces era un departamento en expansión. Sculley ascendió a Villagómez como directora de presupuesto, cargo que ocupó durante nueve años, y la elevó a subdirectora administrativa municipal en 2015. Una vez que Walsh, quien anteriormente había ocupado ese puesto, fue nombrado para quedar en lugar de Sculley, nombró a Villagómez como subdirectora.
“Consideraba a María como mi jugadora más valiosa”, dijo Sculley. “Nadie trabaja más duro que María. Su trabajo es acertado. Es minucioso. Trabaja, quizás, demasiadas horas. “Salía [del Ayuntamiento] por la noche, y siempre era una de las últimas personas en irme … pero si había un automóvil en el estacionamiento, siempre era el de ella.”

“Cuando te gusta lo que haces, es fácil”
Villagómez también marca muchas horas de trabajo los fines de semana. Un sábado reciente a las 11:30 a.m., Villagómez estaba en su oficina en el centro y atendió la llamada de un periodista. “Hay tanto que hacer y tan poco tiempo”, dijo al explicar por qué estaba allí. “Nunca vas a terminar, nunca. … pero cuando te gusta lo que haces, es fácil.”
Para Villagómez, cumplir con su trabajo es asegurar que esté bien enterada de las complejidades de las políticas de la ciudad y así confiar en su conocimiento. Dijo que considera las presentaciones -desde presupuestos anuales hasta discusiones sobre políticas- como si estuviera tomando un examen.
“Y no sabes qué preguntas te van a hacer, pero tienes que conocer el tema lo mejor que puedas. Por eso siempre estoy preparada.”
Una de las pruebas más importantes ha sido la negociación de un nuevo convenio colectivo con el sindicato de policías. Los representantes del municipio y del sindicato de policías se han reunido en la mesa de negociaciones seis veces este año para elaborar un nuevo contrato.
El hecho de que ella haya tomado la iniciativa en las negociaciones es fuera de lo común; en conversaciones de negociación anteriores, el lado municipal había sido dirigido por un abogado externo.
“[Su] ética de trabajo, su enfoque y fortaleza, francamente, es algo que es bueno en todas las cosas que hacemos y en las que ella está involucrada, no solo en las negociaciones”, afirmó Walsh.

Su función requiere una conducta constante, incluso en momentos en que los comentarios de los representantes sindicales de la policía han llegado a enfurecer a Villagómez.
“Es muy importante mantener la postura profesional y mantener la calma y, hasta cierto punto, no dejar que las emociones me dominen”, dijo. “Cuando me enfado mucho, me calmo mucho.”
Dijo que es muy consciente de las críticas dirigidas a las mujeres por ser demasiado sentimentales o levantar la voz cuando adoptan posturas audaces.
“Creo que se pueden alcanzar más logros cuando hay más diálogo en lugar de gritar e interrumpir”, explicó. “Podemos mantener la calma y ser profesionales, a veces incluso más que los hombres.”
En comparación con las reuniones de negociación colectiva anteriores en 2005 y 2006, cuando a veces se trataba de quién podía hablar más fuerte, estas conversaciones han sido apacibles ya que las dos partes trabajan en cuestiones de salario, beneficios y procedimientos disciplinarios, señaló.
“Es diferente en la mesa de negociaciones ahora”, continuó. “Hay que reconocer al [sindicato] porque también para ellos esto es una prioridad.”
De tener un mentor a ser mentor
Es importante para Villagómez demostrar que los puestos desafiantes y de alto perfil en el liderazgo municipal -tales como dirigir el equipo de negociación de contratos- pueden ser ocupados por mujeres.
“Quizás [mi papel en la mesa de negociaciones] pueda ser una inspiración para otras mujeres más jóvenes de nuestra ciudad, para que sepan que es posible realizar esos trabajos difíciles [que] normalmente hacen los hombres”, enfatizó.
Durante varios años, Villagómez ha participado en el Programa Anual de Tutoría de Liderazgo de Mujeres, que Sculley estableció para los empleados del municipio en 2014.
“A lo largo de mi carrera a medida que ascendía … tuve mentores”, dijo Villagómez, como Sculley, “pero eran mentores informales.”
Hoy en día, el programa está más estructurado y Villagómez tiene el papel de mentora.
En 2019, trabajó junto con Irma Iris Durán de Rodríguez, coordinadora senior de políticas de vivienda en el Departamento de Servicios de Vivienda y Vecindarios.
Durán dijo que estaba interesada en la gerencia municipal y encontró en Villagómez una mentora “con la que podía relacionarme cultural y profesionalmente.”
“Tengo experiencia en finanzas. Mi familia también es de México”, indicó Durán.
Villagómez invitó a Durán a varios eventos en la ciudad y le mostró el interior de las operaciones de otros departamentos. La subdirectora administrativa también le ayudó a Durán a pensar en sus prioridades, tanto profesionales como personales, agregó Durán.
“A veces te olvidas de que eres humano”, señaló Durán. “Me hizo analizarme más como persona y menos como … un robot [que solo intenta] alcanzar todos estos objetivos.”

Durán se ha postulado para llegar a ser miembro de la mesa directiva del Distrito Escolar Independiente de Northside.
Villagómez aclaró que la mentoría beneficia a ambas partes.
“Personalmente, aprendí mucho al hablar con las mujeres jóvenes”, dijo. “Me da diferentes perspectivas … [y conocimiento de] sus experiencias en el lugar de trabajo actual, que son diferentes a las experiencias que tuve cuando estaba en su lugar.”
Si bien Villagómez continúa tomando muy en serio todas sus funciones como lo son las negociaciones contractuales de alto riesgo, en este momento, su principal prioridad es cambiar “un pequeño párrafo” en un contrato laboral de más de 200 páginas. Ese párrafo permite que a través del arbitraje los policías que han sido despedidos puedan volver al trabajo. Por su parte los representantes sindicales dicen que es injusto dejar que el jefe de policía tenga la última palabra sobre esa penalización.
“He visto … [cómo] un pequeño párrafo ha sido devastador para muchas comunidades, no solo en San Antonio sino en todo el país”, expresó, reflexionando sobre los comentarios que hizo durante las negociaciones. “Siento la tremenda responsabilidad de poder entregar un contrato que cambie esa dinámica [para] permitir que el jefe pueda despedir a aquellos empleados que no deberían estar en la jefatura de policía aquí en San Antonio … Así que mis palabras son muy en serio.”